El Hadiz
Un
hadiz (a partir de aquí simplificaremos su trascripción y emplearemos la forma
hadiz) es un breve relato en el que se recogen palabras del Profeta (s.a.s.)
-dichos, hechos, asentimientos, etc.-. Los hadices sirven para establecer la
Tradición (Sunna), que es la segunda fuente del Islam. A diferencia del Corán,
los hadices presentan problemas de autenticidad: la mayoría de ellos tardaron en
ser registrados por escrito. Se desarrollaron criterios para evitar
falseamientos. Esos métodos constituyeron lo que se ha dado en llamar ciencias
del hadiz (‘ulûm al-hadîz) entre las que se encuentra una rama importante, la de
la terminología técnica (mustalah), que sirve para clasificar los hadices según
los grados de autenticidad y validez. Las ciencias del hadiz son muchas y se
entremezclan, pero debemos comenzar por alguna de ellas: hemos preferido la de
la terminología técnica porque su vocabulario es imprescindible para
introducirse por el intrincado mundo de la literatura sobre la Tradición
musulmana.
Debemos advertir que los apuntes que seguirán
a continuación a lo largo de muchos viernes son listados de términos que deben
ser conocidos para entender la terminología que se emplea en la literatura
técnica sobre los hadices. Es decir, normalmente en los textos basta con el
enunciado del juicio que merece a los expertos determinado hadiz, y se nos dirá
simplemente si es sahîh, hásan o da‘îf, o bien que lo ha transmitido tal o cual
imâm de prestigio, sin más desarrollo.
Bibliografía
Entre las obras dedicadas al estudio de la
terminología del hadiz destacamos, debido a su claridad y método, un libro
contemporáneo, ‘Ulûm al-Hadîz de Subhi as-Sâlih,
Vocabulario
básico
1- ‘Ilm
al-Mustalah, ciencia de la terminología técnica (o ‘Ilm Mustálah al-Hadîz,
ciencia de la terminología técnica del hadiz), es el estudio de los fundamentos
y las reglas con que se valora la cadena
de trasmisión (sánad) y el texto (matn) de un hadiz. Esta ciencia determina, por
tanto, su aceptación (qabûl) o rechazo (radd).
2- Hadîz, significa literalmente acontecimiento,
novedad, conversación, y su plural en árabe es ahâdîz. Se emplea para designar
todo lo que se atribuye al Profeta (an-Nabí) -s.a.s.-. Son breves relatos que
contienen palabras (qául), acciones (fi‘l), decisiones (taqrîr),... de Muhámmad
(s.a.s.).
3. Jábar,
significa noticia. Algunos autores lo emplean como sinónimo de hadîz. Para
otros, un hadîz es un relato sobre el Profeta (s.a.s.) y un jábar es un relato
sobre cualquier otro que no sea él (sus Compañeros -los Sahâba-, la siguiente
generación -los Tâbi‘în-, etc.). Hay autores que le dan un sentido general:
hadîz es una noticia sobre Rasûlullâh (s.a.s.) mientras que jábar designaría
cualquier noticia, sea sobre el Profeta o sobre cualquier otro.
4- Ázar,
significa huella, vestigio, resto. Para algunos autores es sinónimo de hadiz.
Otros lo reservan para denominar las noticias o relatos (conteniendo sus
palabras, acciones y decisiones) que nos han llegado sobre los Sahâba y los
Tâbi‘în.
5. Isnâd, es el acto de enunciar los nombres de los
trasmisores (râwî, plural ruwât) del hadîz. También se emplea como sinónimo de
sánad.
6. Sánad, literalmente significa lugar en el que uno se
apoya, persona en la que se confía. Como término técnico (mustalah o istilâh)
designa la cadena (sílsila) de trasmisores que se cita al principio de un hadiz
(antes del texto, matn) para que se sepa quiénes lo han contado y se pueda
juzgar la credibilidad del relato. Es el linaje del hadiz, su genealogía. Un
sánad está constituido por peldaños, niveles, eslabones (tábaqa,
generaciones).
7. Músnad, persona cuyo nombre es enunciado en un sánad.
También se llama músnad a los libros que recogen hadices ordenados no por temas
sino por las personas que los han trasmitido.
8. Muháddiz, persona experta en la ciencia de la
terminología del hadiz, y capaz, por tanto, de diferenciar entre los auténticos
(y los diferentes grados de autenticidad) y los falsos.
9. Hâfiz, literalmente significa persona que sabe algo
de memoria, en especial el Corán. En ciencias del hadiz es sinónimo de muháddiz.
Para algunos autores es un grado más elevado, y se aplica a las personas con un
conocimiento enciclopédico de estas ciencias, conocimiento de memoria miles de
hadices así como las circunstancias de sus trasmisión y la calidad de los
trasmisores, etc. Según algunos autores, todavía hay un grado más elevado que es
el del hâkim, que es el que lo sabe prácticamente todo sobre los hadices y se
mueve con gran pericia por estos conocimientos.
1- La
palabra hadîz (en plural, ahâdîz) significaba originalmente información pero se
aplica especialmente a breves relatos en los que se cita palabras (qául, un
dicho), se describe un acto (fi‘l) o se expone alguna decisión (taqrîr) del
Profeta (s.a.s.). También significaba novedad, algo reciente, que sucede en el
tiempo, opuesto a antiguo, atemporal (qadîm), diferenciándose así las palabras,
actos o decisiones del Profeta, del Corán, cuya naturaleza es eterna -el Corán
es Kalâm Qadîm, Discurso fuera del devenir, mientras que el del Profeta es un
Kalâm Hadîz, un Discurso surgido en el tiempo-.
Un hadîz
es, por tanto, un breve relato en el que se atribuyen a Sidnâ Muhammad (s.a.s.)
palabras, actos o decisiones.
Por su
parte, Sunna significa vía, costumbre, modo. Designa la manera de actuar y
conducirse del Profeta (s.a.s.), por tanto, se refiere más a su acción. De la
ambigüedad en la definición de Sunna ha resultado que a veces se utilice el
término como sinónimo de hadîz o para referirse en exclusiva a los hadices que
describen actos del Profeta (s.a.s.). Lo más frecuente es que se utilice en
sentido general: es la Tradición que nos ha legado Sidnâ Muhammad (s.a.s.), su
modo, que tiene como opuesto la bid‘a, la ruptura con esa Tradición. Por su
fidelidad a ella, la ciudad de Medina (al-Madîna al-Munáwwara) se la designó con
el apelativo de Dâr as-Sunna (la Casa de la Sunna).
2- La
bid‘a, la ruptura con la Sunna, recibe en el Islam una condena absoluta. El
Profeta (s.a.s.) dijo: “Debe rechazarse al que introduzca una novedad en este
asunto nuestro (man áhdaza fî amrinâ hâdza mâ láisa minhu fa-huwa radd)”. No
obstante, la palabra bid‘a también puede aludir a una novedad positiva que tenga
un antecedente importante en la Sunna y que constituya su afianzamiento, y por
ello, el Profeta (s.a.s.) también aludió a bid‘as buenas. Como ejemplo de bid‘a
positiva se menciona el que ‘Omar decidiera que se realizara en grupo los
Tarâwîh de Ramadán. No obstante, el término casi siempre se emplea para designar
una alteración censurable que anula o distorsiona una Sunna
auténtica.
La condena
sin paliativos a la bid‘a en tanto que alteración de la Sunna despertó en los
musulmanes una gran sensibilidad hacia la Sunna: es la forma de imitar al
Profeta (s.a.s.), lo que produjo un amplio y escrupuloso movimiento para su
salvaguarda y conservación (muhâfaza), puliéndola constantemente de todo lo que
se le fuera añadiendo y que podría ser una bid‘a.
2- Las
tres primeras generaciones del Islam (los Sahâba o Compañeros del Profeta
(s.a.s.), los tâbi‘în, o discípulos y continuadores de los Sahâba, y los tâbi‘î
at-tâbi‘în, los discípulos y continuadores de los tâbi‘în) conforman un grupo al
que se llama Sálaf (los Antepasados) caracterizado por su fidelidad escrupulosa
a la Sunna. A las generaciones posteriores a ellos se las llama con el nombre
genérico de Jálaf (los Sucesores), que con el tiempo fueron perdiendo el
espíritu de fidelidad que anidaba en los primeros. Se llama salafismo (salafía)
a la referencia constante al Sálaf por parte de autores pertenecientes a esas
generaciones posteriores que querían restablecer la pureza del Islam original.
El salafismo es la afirmación del valor de la Sunna, pero no hay que confundirlo
con el uso abusivo que hacen de él determinados grupos en la actualidad que
confunden el amor al Sálaf con una interpretación literalista y cerrada de la
Sunna.
Jábar y Ázar
Otros dos
términos técnicos que se emplean en las Ciencias del Hadîz (‘Ulûm al-Hadîz) son
jábar y ázar. Ambos se pueden utilizar como simples sinónimos de hadîz (breves
relatos de palabras, acciones o decisiones atribuidas al Profeta -s.a.s.-). Pero
lo más común es que se hagan las siguientes precisiones.
1- Jábar
significa información, y es una palabra que emplean sobretodo los historiadores
y cronistas. En la terminología técnica del hadîz (istilâh al-hadîz) se aplica
para designar todo relato que tenga como protagonista al Profeta (s.a.s.) o a
alguno de sus Compañeros, es decir, todo hadîz es jábar pero no sucede a la
inversa. Por lo general, se emplea más para designar palabras que se atribuyen a
un Sahâbi, un Compañero. Existe otro tecnicismo para esto último más preciso:
hadîz mawqûf (hadiz detenido, es decir, detenido en el Sahâbi, sin llegar a
atribuirse al Profeta (s.a.s.); por suparte, el hadîz elevado hasta el Profeta,
es decir, puesto en su boca, se denomina hadîz marfû‘).
2- Ázar
significa vestigio, huella. Se puede aplicar al hadîz y al jábar, pero además
engloba las palabras de los continuadores (los tâbi‘în) y los oontinuadores de
éstos (los tâbi‘î at-tâbi‘în), y en este último sentido es en el que más se
emplea. También existe para ello un tecnicismo más preciso: hadîz maqtû‘, hadiz
cortado, que es la frase atribuida a un tâbi‘í y que éste no atribuyó a un
Sahâbí.
En
ocasiones, el Profeta (s.a.s.) trasmitía a sus Compañeros palabras que atribuía
a Allah pero que nos las definía como Revelación (Wahy), es decir, no tienen la
categoría del Corán ni lo sustituyen. Eran, más bien, frases inspiradas, en las
que se detecta una profundidad especial que se nota en el estilo, a la vez
distinto al del Corán y al de los hadices normales.
Esos
hadices, que comienzan normalmente por la frase: “El Profeta dijo que Allah
dijo...” (mientras que el Corán se cita siempre diciendo: “Allah ha dicho...”),
son los llamados hadices qudsíes (de Quds, lo Inefable, lo Insondable). También
se les llama hadices ilâhíes o rabbâníes, mientras a los hadices del Profeta se
les llama hadices nabawíes o hadices sharîf.
Algunos
‘ulamâ (sabios del Islam) opinan que tanto la expresión como el sentido del
hadîz qudsí provienen de Allah, pero la mayoría piensan que el sentido viene de
Allah y las palabras son del Profeta (s.a.s.). La definición más aceptada es la
siguiente: “El Corán es palabra y significado proveniente de Allah, mientras que
en el hadîz qudsí el sentido (ma‘nà) nos viene de Allah, pero el enunciado
(lafz) nos viene del Profeta).
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