HISTORIA Y LEYENDA DEL ROBACABRAS
Robacabras personifica el mal para los montañeses. Es el
personaje más desagradable y malvado de la mitología saeliceña.
Es un personaje
curioso, que vive solo en las zonas de sierra.
Tiene unos pies y
manos como cualquier ser humano, pero
con una característica especial: que se transforman en las épocas frías en pelo negro o rojizo
Todo su enorme cuerpo
está cubierto por un pelo áspero y rojizo. La parte delantera de éste está casi
tapada por una espesa barba, en la que tiene un pelo blanco, el punto débil del
Robacabras, si alguien consigue arrancarle ese pelo, tras cegarle el único ojo
que tiene en su frente, podrá matar a este desagradable ser.
Pero por desgracia, el
Robacabras saeliceño no está solo, con él vive la Robacabras, un monstruo tan
terrible como él o quizá aún más. La Robacabras se parece mucho a su compañero,
pero ella tiene dos ojos, aunque lo más característico de ella son sus enormes
pechos, que ha de echarse a la espalda cuando corre por el bosque.
El Robacabras no se
reproduce en pareja, su nacimiento es de lo más curioso. Cuando un Robacabras
está viejo, los demás lo matan, le abren el vientre para repartirse lo que
lleve dentro y lo entierran bajo un roble. Al cabo de nueve meses, salen del
cadáver unos gusanos amarillos, enormes y viscosos, que durante tres años serán
amamantados por una Robacabras con la sangre que mana de sus voluminosos pechos
y de este modo pasan a convertirse en Robacabras macho y hembra .
De esto se desprende
que reinan en la Montaña a sus anchas y sólo un duende o una Anjana ( antigua
hechicera de la Edad Media ) pueden castigarlos.
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