LOS CARPETANOS
Localización
Su ubicación se localiza en la zona central de la Península Ibérica, principalmente en el curso alto del río Tajo y llegando a la cuenca alta del río Guadiana, en el territorio que comprende parte de las actuales provincias españolas de Guadalajara, Toledo, Madrid y Ciudad Real.
Estrabón, escritor griego del siglo I a. C. indica que los turdetanos limitaban al norte con los carpetanos.[2] El nombre de carpetanos, otorgado por Estrabón, se utiliza para designar la cordillera montañosa que separa Segovia de Madrid, los Montes Carpetanos.
La situación de los carpetanos en relación a otros pueblos celtíberos los ubicaba al oeste de los Olcades, al norte de los Oretanos, al este y sur de los Vacceos y Vetones. Poco más se sabe de sus características culturales, debido a la escasez de textos históricos[3] y la ausencia de excavaciones arqueológicas. De su panteón religioso solo se puede citar algún rasgo, como la adoración que profesaban a la diosa Ataecina.[4]
Pertenecen a una cultura mixta, agrícola (principalmente trigo) y pastoril y a su territorio, Apiano lo describe como una región fértil lleno de olivos y vides.
Sus principales núcleos urbanos (Toletum, correspondiente al actual Toledo, Complutum, la actual Alcalá de Henares, Consabura, la presente Consuegra, Segóbriga (Saelices, Cuenca) y Laminio) adquirieron el estatuto legal municipal poco después de la conquista romana.
Enfrentamientos con Roma
Marco Porcio Catón, Catón el Viejo, fue el procónsul romano encargado de romanizar este pueblo. En torno al año 195 a. C. dirigió las operaciones militares destinadas a eliminar la alianza militar de carpetanos, vetones, vacceos y otras tribus celtíberas.
En el 193 a. C. las legiones de Marco Fulvio Nobilior llegaron a sitiar Toletum, la capital de los carpetanos, para conquistarla al año siguiente, tras derrotar a un ejército aliado vetón. Nobilior capturó al rey carpetano Hilerno, quien había reunido en torno a él a una confederación de vacceos, vettones, olcades y carpetanos.[5]
En el verano del 185 a. C. un ejército aliado de carpetanos, lusitanos y vetones derrotaron a los romanos dirigidos por Quinto Crispino y Cayo Calpurnio. Y al año siguiente fue derrotado en Titulcia el cónsul Aulo Terencio Varrón. En el 180 a. C. pacificó la zona Tiberio Sempronio Graco firmando con los carpetanos una tregua por 25 años.[6]
A partir del 153 a. C. las treguas de Graco se rompieron y las luchas continuaron. Solo acabarían con la caída de Numancia, en 133 a. C. ante las legiones de Publio Cornelio Escipión Emiliano.
ORÍGENES SAELICEÑOS
La Carpetania fue una antigua región de
Hispania. Estuvo habitada por el pueblo celta de los carpetanos, establecido
entre el Guadarrama, los montes de Toledo, el Guadiana y la Sierra de Alcaraz,
abarcando aproximadamente, algunas zonas de las actuales comunidades autónomas
de Madrid y Castilla-La Mancha. Tenían como vecinos por el sur a los oretanos,
por el noreste a los celtíberos y por el noroeste a los vacceos y vetones. No
llegaron a consolidar una unidad política y su integración en la órbita romana
debió de ser rápida, lo que explica su ausencia en la literatura de la
conquista. Sus principales núcleos urbanos, Toletum (actual Toledo), Complutum
(actual Alcalá de Henares), Consabura (actual Consuegra), Segóbriga (cerca de la
actual Saelices, poblado por carpetanos u olcades) y Laminio (de controvertida
localización) adquirieron pronto estatutos jurídicos municipales.
CARPETANOS
C onsideramos carpetanos a los pueblos celtibéricos prerromanos situados en el territorio que comprende las actuales provincias de Guadalajara, Madrid, Ciudad Real y Toledo. No existe demasiada documentación acerca de ellos por la escasez de fuentes arqueológicas y escritas pero aún así trataré de exponer un esbozo de sus características culturales para terminar de encuadrar a los carpetanos en el crisol de pueblos celtas de la Península Ibérica.
Sus principales núcleos urbanos (Toletum, la actual Toledo, Complutum, la actual Alcalá de Henares, Consabura, la presente Consuegra, Segóbriga (Saelices, Cuenca) y Laminio) adquirieron el estatuto legal municipal poco después de la conquista romana en torno al 133 a.C., coincidiendo con la caída de Numancia ytras la reanudación de las luches después de una tregua de 25 años firmada en el 180 a.C. con Tiberio Sempronio Graco.
Se considera que tenían una economía mixta basada en la agricultura (especialmente el olivo y el trigo) y el pastoreo de óvidos. La caza y la pesca eran actividades secundarias, y junto a la artesanía cerámica y alguna otra, seguramente estarían desempeñadas por mujeres y grupos serviles. Desconocemos la circulación monetaria pero sí sabemos que aprovechaban su situación geográfica para cobrar derechos de peaje, por lo que no es raro la aparición de artículos de lujo en la zona.
La densidad de población parece haber sido bastante densa a juzgar por los restos habitacionales de los que disponemos. Las viviendas disponían de un apartado para el resguardo del ganado. Los poblados se rodeaban de una muralla a modo de fortificación debido al carácter guerrero de estos pueblos. Los carpetanos dirigían sus incursiones especialmente contra los turdetanos y fue ésta rivalidad la que los romanos aprovecharon para someter el territorio.
Acerca de las creencias religiosas, sabemos por la epigrafía que rendían culto a la diosa Ataecina, seguramente fruto del contacto con los lusitanos y otros pueblos del la península occidental.
CARPETANOS
C onsideramos carpetanos a los pueblos celtibéricos prerromanos situados en el territorio que comprende las actuales provincias de Guadalajara, Madrid, Ciudad Real y Toledo. No existe demasiada documentación acerca de ellos por la escasez de fuentes arqueológicas y escritas pero aún así trataré de exponer un esbozo de sus características culturales para terminar de encuadrar a los carpetanos en el crisol de pueblos celtas de la Península Ibérica.
Sus principales núcleos urbanos (Toletum, la actual Toledo, Complutum, la actual Alcalá de Henares, Consabura, la presente Consuegra, Segóbriga (Saelices, Cuenca) y Laminio) adquirieron el estatuto legal municipal poco después de la conquista romana en torno al 133 a.C., coincidiendo con la caída de Numancia ytras la reanudación de las luches después de una tregua de 25 años firmada en el 180 a.C. con Tiberio Sempronio Graco.
La densidad de población parece haber sido bastante densa a juzgar por los restos habitacionales de los que disponemos. Las viviendas disponían de un apartado para el resguardo del ganado. Los poblados se rodeaban de una muralla a modo de fortificación debido al carácter guerrero de estos pueblos. Los carpetanos dirigían sus incursiones especialmente contra los turdetanos y fue ésta rivalidad la que los romanos aprovecharon para someter el territorio.
Acerca de las creencias religiosas, sabemos por la epigrafía que rendían culto a la diosa Ataecina, seguramente fruto del contacto con los lusitanos y otros pueblos del la península occidental.
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